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Una colección de obras excepcionales

Ornamentos litúrgicos, bordados en oro y tapices... Observe el minucioso trabajo de los pintores, cartonniers y lissiers.

En el siglo XVIII, en pleno apogeo de la industria lionesa de la seda, algunas fábricas se especializaron en los paños de oro. Gracias a las bordadoras que trabajaban a domicilio, las casullas y cofias se transformaron en cuadros bordados.

Détail de la chasuble du Cardinal de Bonald

© Centre des monuments nationaux / Clément Apffel

Los tapices son verdaderos cuadros de lana y seda que rivalizan en detalle con sus homólogos pintados. Los tesoros de tapices de Flandes narran las hazañas de héroes mitológicos griegos, como Ulises, o de grandes figuras bíblicas, como Jacob.

Los verdes animados de Aubusson, por su parte, destacan por la sobriedad de su paleta marrón verdosa o azul verdosa, perfecta para representar paisajes bucólicos y una fauna más o menos atípica que va de los pájaros a los unicornios.

Esaü et le plat de lentilles

© Centre des monuments nationaux / Clément Apffel

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