Historia
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En el corazón del casco histórico de Lyon, descubra una colección de objetos emblemáticos de calidad excepcional, que datan desde la época bizantina hasta el siglo XIX: marfiles, orfebrería medieval, tapices, ornamentos litúrgicos...
El conjunto catedralicio de la orilla derecha del Saona data del siglo IV. Este conjunto de dos iglesias y un baptisterio evolucionó en el siglo XII, y la mayor de las dos iglesias se transformó para convertirse en la catedral de San Juan Bautista.
El arzobispado fue un centro de poder estable en una ciudad que tuvo que hacer frente a múltiples formas de dominación desde el Bajo Imperio hasta la Edad Media.
© Centre des monuments nationaux / Clément Apffel
El arzobispo se convirtió en primado de la Galia en 1079. Este título le fue conferido al arzobispo de Lyon, antigua capital de las Tres Galias, en virtud de la antigüedad de su sede. Ejercía una autoridad relativa sobre los demás obispos de Francia. Su papel quedó patente en numerosos acontecimientos, como los concilios ecuménicos de 1245 y 1274, y la elección del papa Juan XXII en 1316.
El barrio episcopal construido en torno al conjunto catedralicio incluía numerosos edificios para uso del arzobispo y sus dignatarios, como el palacio episcopal, el claustro y los edificios necesarios para la vida comunitaria, como la mancebía . Elarco carolingio de la fachada sur es el último vestigio de los antiguos edificios. Refectorio a partir del siglo XII, su función cambió en el siglo XIV.
© Centre des monuments nationaux / Pascal Lemaître
¿Lo sabía?
La manécanterie toma su nombre de la escuela de canto para jóvenes clérigos que la ocupó del siglo XIV al XIX: en latín, mansio cantorum , o casa de los cantores. El edificio se utilizó como escuela de cantopara clérigos hasta 1844, aunque hubo una interrupción durante la Revolución. Tras la ley de separación de la Iglesia y el Estado, la manécanterie fue requisada por los Hospices Civils de Lyon como inversión inmobiliaria.
© Centre des monuments nationaux / Céline Bilahorka
El tesoro siempre ha reflejado el prestigio y el poder de los obispos de Lyon. Custodiado por un dignatario designado, su ubicación cambió varias veces antes de ser parcialmente expuesto en la Manécanterie. Incluía tanto los objetos preciosos utilizados en el culto como los que servían para decorar el edificio. Podemos imaginar el esplendor de este tesoro acumulado a lo largo de los siglos.
Parte de él fue destruido en 1562 , cuando los calvinistas dirigidos por François de Beaumont, más conocido como el barón des Adrets, saquearon la iglesia en represalia por la masacre de protestantes perpetrada por el duque de Guisa.
© Centre des monuments nationaux / Clément Apffel
Fue entonces cuando las estatuas de la catedral fueron despojadas de sus cabezas y François de Beaumont se apoderó de los preciados objetos para poder pagar a sus tropas y volver a la campaña.
Además, la fundición de metales preciosos ordenada para satisfacer las necesidades financieras del reino de Francia bajo Luis XIV y Luis XV acabó por despojar a la catedral de sus tesoros.
Sin embargo, la catedral encontró un nuevo tesoro a principios del siglo XIX gracias al cardenal Fesch, arzobispo de Lyon de 1802 a 1814 y tío de Napoleón que compra múltiples objetos preciosos y obras de arte. El tresoro se completó con las donaciones de Monseigneur de Bonald, arzobispo de 1840 a 1870.
© Centre des monuments nationaux / Clément Apffel
En 1937 se concibió un proyecto para exponer el tesoro. Se abrió al público en junio de 1939, pero la declaración de guerra en septiembre obligó a cerrarlo temporalmente. Finalmente confiado al Centre des Monuments Nationaux, el tesoro de la catedral de Lyon reabrió sus puertas en 2000. La sala superior de la manécanterie es ahora la vitrina del tesoro, donde se exponen en diferentes vitrinas las diferentes piezas arqueológicas, principalmente objetos litúrgicos.
© Centre des monuments nationaux / Céline Bilahorka